Todos somos Importantes para Dios | Día 18

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No es que importe, pero en mi humilde opinión el mundo nunca ha visto un hombre más grande que Jesús. Cuando vivía entre nosotros, a las personas que no tenían nada en común con Jesús les fascinaba estar con Él. Me pregunto porqué no es así hoy, porqué a las personas que no tienen nada en común con los cristianos no les encanta estar alrededor de nosotros los cristianos.

Jesús era como ningún otro líder religioso, antes de Él se creía que a Dios o a los dioses no les importaba la gente. En la antigüedad, la creencia era que las personas solo tenían un valor atribuido. Si naciste en la familia correcta o si tenías el título o la posición correcta, entonces tenías algún valor. Pero llegó Jesús y puso al revés ese sistema de creencias y enseñó que todas las personas tenían un valor inherente, que desde la perspectiva de Jesús todas las personas eran importantes para Dios. El apóstol Juan citando a Jesús escribió estas famosas palabras: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su único Hijo...” No solo para un grupo selecto de personas sino para todo el mundo.

Cuando Jesús entró al mundo, la práctica era amar a un grupo de personas y odiar a otro. La mayoría de las guerras eran el resultado de un grupo de personas que odiaban a otro grupo de personas, después de todo, creían que a los dioses e incluso a Dios realmente no les importaba la gente. Creían que al odiar a las personas, en realidad estaban complaciendo a los dioses. Pero nuevamente, cuando Jesús apareció le dio un cambio radical a ese sistema de creencias. En el Sermón del Monte Jesús sorprendió a todos cuando dijo:

LECTURA BIBLICA:

"Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen..." - Jesús (Mateo 5:43 NVI).

¿Quién haría eso? Incluso la mayoría de nosotros los cristianos no haríamos eso hoy. Sí, oraríamos por nuestros enemigos y aquellos que nos persiguen, pero la mayoría oraríamos para que Dios los destruyera. Pero Jesús viene y enseña, cuando pienses en ese miembro de la familia, vecino o persona en el trabajo que te está persiguiendo, la persona que te robó, mintió acerca de ti y quien arruinó tu reputación, quiero que ores por ella porque esa persona es importante para Dios. Cuando pienses en tus enemigos, las personas que te hacen la guerra, los que te están demandando o que los que llaman a tu lugar de trabajo para que te despidan, quiero que ores por ellos porque ellos son tan importantes para Dios como lo eres tú. Orar de esta manera requiere humildad, requiere que veas a las personas no a través de tu lente personal sino a través del lente de Dios.

PIÉNSALO:

A Dios le importan todas las personas, aunque no a todas las personas les importe Dios. Tú eres importante para Dios, yo soy importante para Dios y las personas que nos persiguen e incluso nuestros enemigos también son importantes para Dios.

ORA:

Padre celestial gracias porque soy importante para ti, gracias por amarme tanto que enviaste a tu único Hijo a morir por mí, te pido que me ayudes a amar a mis enemigos, a orar por ellos sin importar lo que me hayan hecho, porque para ti son tan importantes como lo soy yo. Gracias por ese ejemplo que me dejaste como guía para mi vida amado Jesús.